ENFERMEDADES PSICOSOMÁTICAS
Visión
Introductoria
Creemos importante
describir el término “psicosomático” para poder entender a que se refiere la
ciencia cuando lo utiliza.
Existe hoy un
enfoque psicosomático, cuya aportación en la investigación proviene de fisiólogos
por un lado y psicólogos por el otro, cada uno abroquelado en su parcialidad no
integrativa de estas dos disciplinas, aunque ambas proponen un equilibrio homeostático
del organismo todo y en relación con lo socio-cultural-ambiental.
Los avances de la
ciencia en los conocimientos medicinales (alopatía sintética) han ido separando
efectos de causas, para tratar casi exclusivamente las consecuencias que
producen en el cuerpo (soma) diferentes manifestaciones psicológicas (psique)
de malestar, llamadas enfermedades físicas.
En realidad, lo psicológico
y lo físico dependen de la estabilidad o armonía de las emociones del individuo.
Si la economía de energía
(emoción) se halla perturbada, necesariamente entrarán en disfunción (alteración)
las manifestaciones psíquicas (enfermedad psicológica) y las físicas
(enfermedad del cuerpo) por hallarse tan relacionadas entre sí, al constituir
una sola unidad de la persona. Reflexionando, llegaremos a entender que no
somos a veces psíquicos y a veces somáticos, sino psicosomáticos todo el
tiempo.
Si retrocedemos,
buceando en la historia, durante un considerable período, el ejercicio de la
cura correspondía al médico brujo, provocando diferentes actitudes emocionales
en los enfermos, lo cual constituía el más eficaz instrumento terapéutico. El
“progreso” de los conocimientos ha reprobado y considerado anticientíficas las prácticas heterodoxas.
Se ha llegado al
punto de pensar que la medicina psicosomática es una especialidad paralela a la
medicina interna o la psiquiatría.”Psicosomático” no es nada más, ni nada menos,
que un adjetivo que describe adecuadamente todo tipo de dolencias que padece un
ser psicosomático, una persona completa, un todo.
Existen estudios
muy serios acerca de la relación entre los elementos de la personalidad
(emoción-mente-cuerpo).La suma de conductas perfilan una personalidad y las
manifestaciones de cada sistema de órganos del cuerpo.Diríamos que cada emoción
“se presenta” en un órgano (lo disfunciona, lo enferma).
Asistimos asombrados,
no pocos de nosotros, a la dicotomía psique-soma (mente-cuerpo) que ha
desarrollado el sistema o método científico, pues en el organismo esta separación
no existe.
Tomemos como
ejemplo las enfermedades infecciosas.Suele creerse que en éstas, por provenir
el agente pernicioso del medio exterior, el individuo, su personalidad, no
tiene ningún rol protagónico.
Este concepto se
toma muy a la ligera, pues se pasa por alto el factor de la inmunidad
diferencial, que atañe al estado de la estructura profunda emocional (como
decía Osler:”lo que le pasa a un tuberculoso depende mas de lo que tiene en la
cabeza que de lo que tiene en el pecho”.
¿Qué dirían los
que no advierten la relación antes apuntada, de los daños que sufre el cuerpo
en ocasión de accidentes impensados y provenientes de shock anterior? Pero;
sometidos a estudios detallados diferentes grupos comunitarios, se advierte la
propensión de algunas personas a sufrir mayor cantidad de accidentes que otras,
en similares circunstancias, de acuerdo a las características estudiadas de su
personalidad.
Como curiosidad,
quienes sugirieron una investigación sobre aquel particular, fueron los aseguradores,
quienes aportaron estadísticas sistemáticas por su clase de presentación.
La susceptibilidad
o “hábito de accidentes”, se halla incluida como síndrome importante en los ya
antiguos Coloquios del Instituto Psicoanalítico de Nueva York.
Entendemos,
entonces, que lo deseable seria observar al individuo y su personalidad, luego
el proceso de la “enfermedad”, mediante la cual manifiesta su “incomodidad” y
después él o los síntomas manifiestos.
Experimentos científicos
de comienzos de siglo nos avisan que la tensión emocional influye
limitativamente en la recuperación de un equilibrio estable tras haber estado
sometido el sujeto a tensiones emocionales.
Numerosas
bacterias y virus, en igual proporción, se hallan en cultivos de nariz y
garganta de diferentes individuos expuestos a estos efectos.Unos padecen
resfriados y otros no.Independientemente de la susceptibilidad fisiológica,
existe el hábito a los accidentes o su tendencia.
“Pregunto al
enfermo:
¿Para que tienes
una nariz?
Para
oler-contesta.
En consecuencia, deduzco,
tu “inconsciente “te provoco un resfrío para impedirte oler algo.Busca lo que
“no” debías oler.
Y a veces el
paciente descubre un olor que quería verdaderamente evitar y-ustedes no
necesitan creerlo, pero yo lo creo-cuando lo encuentra, el resfrío desaparece”
Groddeck, Le livre du Ca, Gallimard 1973.
Del Libro Enfermedades Psicosomáticas y Flores de Bach -Editorial Indigo-Barcelona-España(agotado) de los autores del blog.
Muy interesante. Te recomiendo tb este artículo http://naturopatia.biomanantial.com/enfermedades-psicosomaticas-dificiles-de-identificar/
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